Peso concluye la semana ganando 31 centavos ante el dólar estadounidense

El peso mexicano finalizó la jornada del 27 de junio con una ligera ganancia frente al dólar estadounidense, en un entorno financiero internacional marcado por la cautela de los inversionistas ante señales contradictorias sobre la economía global, expectativas en torno a las tasas de interés y la proximidad de importantes definiciones políticas en Estados Unidos y Europa.

Durante las primeras horas del día, la moneda mexicana se vio presionada por un fortalecimiento del dólar frente a otras divisas emergentes, alimentado por un renovado apetito por activos considerados seguros. Sin embargo, conforme avanzó la sesión, el peso logró recuperar terreno, favorecido por una mayor estabilidad en los mercados bursátiles internacionales y señales de solidez en algunos indicadores económicos locales.

Al finalizar las transacciones interbancarias, el tipo de cambio se estableció en 18.15 pesos por dólar, indicando una pequeña apreciación con relación al día previo. En las operaciones de menudeo, en casas de cambio y ventanas bancarias, el dólar se vendía entre 18.45 y 18.60 pesos, variando según la entidad financiera.

El movimiento del peso fue acorde con la actuación de otras divisas de la zona, como el real brasileño y el peso colombiano, que igualmente mostraron ligeras alzas. Sin embargo, el mercado de divisas sigue siendo influenciado por elementos de incertidumbre, en especial en relación con las políticas monetarias de la Reserva Federal de Estados Unidos y los últimos datos inflacionarios en esa nación.

Los analistas financieros mantienen su atención en las señales que puedan surgir desde la Fed respecto al futuro de las tasas de interés. Si bien algunos indicadores recientes apuntan a una moderación de la inflación, el banco central estadounidense ha reiterado que no tomará decisiones apresuradas y que su postura dependerá del comportamiento sostenido de los precios y del mercado laboral.

En este escenario, el peso mexicano continúa demostrando fortaleza, respaldado por fundamentos macroeconómicos relativamente fuertes. El Banco de México ha sostenido una política monetaria cautelosa, con una alta tasa de interés que ha ayudado a controlar las presiones inflacionarias y atraer inversiones de cartera. Asimismo, los niveles de reservas internacionales y la cuenta corriente permanecen en condiciones estables.

Por otro lado, la situación política tanto en el ámbito nacional como internacional también afecta al comportamiento del tipo de cambio. En el contexto local, los inversionistas están atentos a las indicaciones del próximo gobierno federal, especialmente en cuanto a la continuación de políticas económicas y fiscales. Mientras, en el ámbito internacional, los mercados observan cuidadosamente el proceso electoral en Estados Unidos, lo que podría alterar las expectativas sobre comercio exterior, inversión y relaciones bilaterales.

El mercado cambiario mexicano se ha caracterizado históricamente por una elevada liquidez y sensibilidad a los flujos externos. Por ello, la volatilidad puede incrementarse en momentos de incertidumbre global, aunque también ofrece oportunidades de inversión para quienes operan con criterios técnicos y fundamentos económicos.

Durante los días siguientes, se espera que el peso fluctúe dentro de un intervalo limitado, con variaciones afectadas por importantes datos macroeconómicos que se publicarán en Estados Unidos, como el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE) y los informes laborales. Además, las decisiones que tomen otras entidades financieras centrales, como el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, podrían impactar de manera indirecta a las monedas de mercados emergentes.

Por Ervin J. Oakes

Puede interesarte