La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, abandonará su puesto este viernes. Así lo ha asegurado hoy en un evento organizado por el diario Expansión, en el que ha dicho que mantendrá su recién estrenado rol de copresidenta de un consejo internacional de expertos de Naciones Unidas encargado de preparar un mecanismo de gobernanza para la inteligencia artificial. También ha expresado su intención de volver a la empresa privada, aunque sin desvelar su destino.
Artigas deja su puesto tras culminar con éxito uno de los propósitos de la todavía vigente Presidencia española de la UE: lograr el acuerdo político que da luz verde a la esperada Directiva Europea de la Inteligencia Artificial. La catalana ha sido la encargada de dirigir la última ronda de negociaciones entre representantes del Parlamento Europeo, de la Comisión y del Consejo (los Estados miembros). La reunión, conocida en la jerga europea como trílogos, se saldó con un texto firmado por las tres partes tras 36 horas de intensas negociaciones.
Según fuentes cercanas a la Secretaría de Estado, la catalana le comunicó su decisión al ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, quien anteriormente había reafirmado en el cargo a Artigas. La última reforma del Ejecutivo colocó a Escrivá como jefe directo de Artigas, que hasta entonces dependía de la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Transición Digital, Nadia Calviño.
Nacida en Vilassar de Mar (Barcelona) hace 55 años, Artigas forma parte de la estructura del Gobierno desde que el presidente Pedro Sánchez llegó a La Moncloa. En enero de 2020 fue nombrada titular de la primera secretaría de Estado en la historia de España que incorpora en su nombre el término inteligencia artificial (IA). Toda una declaración de intenciones de Sánchez, quien durante estos años ha mostrado interés personal en esta tecnología.
Antes de saltar al sector público, Artigas cofundó la consultora de analítica avanzada de datos Synergic Partners, que Telefónica adquirió en 2015. Venía de trabajar en Ericsson y en la Generalitat, donde dirigió la empresa semipública que gestiona la burocracia digital catalana. Su paso por esta agencia dio titulares en los medios locales cuando concedió un contrato de 320.000 euros a una empresa dirigida por Jaume Agut, marido de Artigas y posterior cofundador de Synergic Partners.
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